Fatiga Laboral y Condición Física

Riobamba/ Al estudiar los riesgos ergonómicos y psicosociales, nos encontramos con una referencia constante a la fatiga, en sus distintas modalidades físicas, mental, emocional, sensorial, se hace presente como desencadenante de dificultades, lesiones, enfermedades o como consecuencia de ellas, y va ligada habitualmente al esfuerzo, puntual o sostenido. La fatiga es un indicador de que algo debe ser atendido, en el trabajador, en las condiciones de trabajo o en su organización. Las consecuencias de no hacerlo pueden repercutir en nuestra salud y bienestar y en la de otros; en la capacidad y eficiencia productivas; en los costes sociales y económicos. Con el cansancio llegan los errores nos equivocamos más hasta en las tareas más sencillas y, en ocasiones, se suscitan los accidentes. En el ámbito laboral también está relacionada con la desmotivación, el aumento del absentismo y la rotación en los puestos de trabajo. Está demostrado hasta la saciedad que el nivel de condición física de los trabajadores es fundamental para obtener un buen desempeño en el lugar de trabajo. Ello es obvio en tareas que son físicamente demandantes, pero también lo es para personas que no son tan activas sino más bien son sedentarios, porque cuando nos encontramos con estos casos, es porque estos puestos constituyen un mayor riesgo de sobrepeso, lumbago y atrofia muscular, entre otras afecciones y enfermedades.